Luis Gilberto Murillo, canciller de Colombia, reafirma: “Valoramos la soberanía de Venezuela, pero las actas son esenciales” | EL PAÍS América Colombia

Los elegantes suelos de madera del salón protocolario, adyacente a su despacho en el Palacio de San Carlos, una edificación del siglo XVI, crujen suavemente ante la enérgica llegada de Luis Gilberto Murillo (Andagoya, Chocó, 57 años), el ministro de Relaciones Exteriores del presidente Gustavo Petro durante este año. Considerado uno de los afrodescendientes más influyentes en la política colombiana, previamente ocupó el cargo de embajador en Washington, donde manejó de manera destacada y discreta las neurálgicas relaciones con Estados Unidos. Desde su regreso a Bogotá en febrero, ha enfrentado la delicada crisis de Venezuela, en la que Colombia ha tratado de mediar en busca de una solución negociada. En medio de rumores sobre un inminente cambio ministerial, Murillo defiende su labor al frente de la Cancillería, a pocos días de la tensa toma de posesión en Caracas.

Respuesta. Con mi familia hablamos de que serían dos años, ya va corriendo el tercero. Diciembre es tiempo de reflexionar, pero queremos seguir trabajando por el país, desde donde toque trabajar. Y defender una visión de país incluyente, donde todos puedan participar, que genere oportunidades. Este Gobierno le ha dado participación a muchos sectores, a las mujeres, a las provincias, a las poblaciones campesinas, a los pueblos indígenas. De lo contrario, no estaría yo aquí. Hemos llevado la Cancillería a los territorios. Esta alianza de centroizquierda representa una visión de país que no se tenía antes. Hay que seguir, desde el Gobierno o fuera del Gobierno. Eso lo hemos hablado con el presidente Petro repetidas veces.

R. Mi relación con el presidente es cercana, cordial. Le tengo un profundo respeto. Hablamos de este tema, lo dejamos quieto, lo retomamos… En lo fundamental siempre estamos de acuerdo, tenemos algunos puntos de diferencia, pero avanzamos. Yo estoy en esa reflexión. Colombia está en un momento histórico muy interesante, de transformación. El país ha cambiado mucho, ser parte de eso me llena de orgullo y esperanza.